top of page

Los preludios para piano de Claude Debussy

Los dos libros de los Préludes pour piano (Preludios para piano) de Claude Debussy fueron compuestos entre 1909 y 1913. Al contrario que en las anteriores colecciones de preludios, como en los de Chopin, la elección de tonalidades para las diferentes piezas no sigue un orden estricto.Algunos preludios no han sido incluidos en este estudio por no tener una relación tan directa con la pintura o con el mundo impresionista. Son los siguientes: La danza de Puck, Minstrels, General Lavine, Homenaje a S. Pickwick y Las terceras alternadas.

Danseuses de Delphes (Bailarinas de Delfos). Para los antiguos griegos, Delfos era el centro del mundo, allí estaba el templo y el oráculo de Apolo, el patrón de las artes. Es apropiado, entonces, que Debussy escogiera a “las Bailarinas de Delfos” como el preludio que abre el ciclo. Según le contó a una admiradora inglesa, dicho preludio encarnaba a una cariátide que había visto en el Louvre (una cariátide es una columna esculpida con forma femenina).Para comprender esta pieza se requiere pensar en dos preocupaciones tradicionales de la pintura y la arquitectura: la paradoja de la inmovilidad que sugiere movimiento y el peso que sugiere ausencia del mismo. Las bailarinas de Debussy, además de nobles y místicas al igual que una cariátide, transmiten también un frío erotismo. La misma admiradora, llamada Louisa Liebich, escuchó a Debussy tocar la pieza poco después de que la compusiera. Ella escribió: “Nunca había oído un interpretación al piano tan bella… Tenía un toque suave, profundo, que evocaba sonoridades llenas, ricas”. Debussy también le contó a Louisa Liebich que este preludio, junto con muchos otros, sólo debería ser tocado en privado, ya que poseía un ambiente íntimo no apto para un gran público.

En la corriente impresionista el pintor de bailarinas por excelencia fue Edgar Degas. Sus gustos artísticos eran más conservadores que los de sus colegas impresionistas y preparaba minuciosamente sus composiciones antes de la ejecución definitiva. Se aprecia siempre su preocupación por representar un segmento mínimo del movimiento humano y animal, inspirándose en las imágenes fotográficas. En Bailarinas en la barra (en el video) Degas pinta a unas bailarinas en una actitud insólita, sin ninguna relación con las poses convencionales del arte académico. El espectador del cuadro no está implicado de ningún modo: es como un ojo inerte que capta las cosas en su instantánea fugacidad, sin sentimientos, como lo haría una cámara de fotos. También el encuadre parece casual, con el suelo en diagonal y las figuras descentradas hacia la parte superior derecha. Degas mira el cuerpo humano y el escenario donde se sitúa como un impresionista típico: sin dar lecciones ni suscitar pasiones.

La preocupación por el movimiento es un tema común entre Bailarinas de Delfos y Bailarinas en la barra, a pesar de que la primera obra posee características exóticas y arcaizantes de las que carece la segunda.

Bibliografía-

Roberts, Paul. IMAGES, the piano music of Claude Debussy. Amadeus Press, 199- Cortot, Alfred. Curso de interpretación. Ricordi, 1982- Long, Marguerite. Au piano avec Claude Debussy. 1960- Taruskin, Richard. The Oxford History of Western Music. Volume 4, The Early Twentieth Century. Oxford University Press, 2005- Varios Autores. Historia del Arte, 2º Bachillerato. Ediciones SM- Díaz de la Fuente, Alicia. La música de Mallarmé, la poesía de Debussy: un viaje fascinante entre la sugerencia y el símbolo. En Música, la revista del Real Conservatorio Superior de Madrid, 2008- Rodríguez Morales, María Ángeles. El impresionismo a través de dos mundos: Monet y Debussy. Gerüst creaciones- www.wikipedia.org

Featured Posts
Recent Posts
Search By Tags
Noch keine Tags.
Follow Us
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic
bottom of page